¿EN QUÉ CONSISTE EL MOVIMIENTO REAL FOOD?

¿EN QUÉ CONSISTE EL MOVIMIENTO REAL FOOD?

¿EN QUÉ CONSISTE EL MOVIMIENTO REAL FOOD?

07/07/2020

El movimiento real food o real fooding cada vez más extendido y promovido por más profesionales de la salud fomenta el consumo de alimentos de verdad, reales, sometidos al mínimo procesamiento posible.

El porqué de esta corriente es muy sencillo, mejorar la salud de una población cada vez peor nutrida a través de la educación alimentaria y las buenas elecciones, reduciéndose consigo enfermedades cardiovasculares y metabólicas diversas.

Recalcando que es mejor tomarnos una fruta que una barrita de cereales por muy light que sea.

 

¿Qué es un alimento real? ¿Y uno procesado?

Un alimento real, es aquel que se presenta sin modificación alguna, con todas sus cualidades nutricionales: frutas, verduras, carnes, pescados, legumbres, arroz, huevos, frutos secos, y un largo etcétera. En éstos debe basarse tu alimentación.

Pero a veces, el poco tiempo del día a día dificulta el preparar un buen plato de legumbres con verduras, un pescado al horno o una crema. Vivir a base de ensaladas, puede ser delicioso para algunas personas (y nutritivo si son completas y variadas), pero para la mayoría, esto no es siquiera una alternativa a tener en cuenta.

Para esas situaciones de falta de tiempo o falta de ganas de cocinar, entran en juego los buenos procesados. Estos son alimentos naturales que han sido sometidos a procesamientos mínimos que nos ayudan a cuidarnos facilitándonos la vida. Es el caso de los botes de conservas de verdura, de legumbres ya cocidas o de nuestros platos preparados. Y es que resulta más sencillo coger un puñado de garbanzos, lavarlos y consumirlos con unas verduritas troceadas y un poco de queso de burgos, que hacer un potaje.

Lo que no es lo mismo, es consumir una lata de fabada ya preparada, llena de aditivos, aceites de mala calidad, etc. Si eliges ahorrar tiempo, hazlo bien.

De entre los alimentos catalogados como buenos procesados, encontramos:

  • Leche, yogures, quesos u otros lácteos fermentados (kéfir, etc.)
  • Panes integrales (100% integrales, elaborados a base de harinas sin refinar, priorizando siempre buenos cereales tales como la espelta, el centeno, el trigo sarraceno, etc.
  • Chocolate negro o cacao en polvo (siempre será mejor a partir de 85%).
  • Legumbres y verduras en botes de conservas.
  • Aceite de oliva virgen extra (procesado ya que se obtiene del mínimo procesamiento de la aceituna, el alimento real).
  • Pescado enlatado (sardinas, boquerones, caballa, atún).
  • Bebidas vegetales sin azúcares añadidos.
  • Comida congelada: frutas, verduras, pescado, comida casera, etc.
  • Semillas molidas, o tostadas.
  • Fruta deshidratada.
  • De los embutidos, podríamos considerar adecuados algunos como el jamón ibérico de bellota o pechugas de pollo o pavo ahumadas, o cocidas sin aditivos, sencillamente loncheadas.
  • Encurtidos como los pepinillos en vinagre, el chucrut, cebollitas, berenjenas…

Si continuamos modificando los alimentos, añadiéndoles listas interminables de ingredientes, alimentarios y sintéticos, alejándonos cada vez más del alimento completo en sí, estaríamos ya entrando en el mundo de los ultraprocesados, a los que incorporan aditivos como saborizantes, colorantes o aceites hidrogenados entre otros, volviéndolos atractivos y de fácil y rápido consumo: galletitas, pizzas, salchichas, dulces, sustitutivos de comidas, aperitivos salados, patatas fritas, chucherías, refrescos, zumos envasados, panes refinados…

Su consumo, por los componentes que poseen y la alta palatabilidad que tienen, resulta potencialmente adictivo; además, al ser en su gran mayoría ricos en sal, grasas de mala calidad y/o azúcares, suelen ser altos en calorías, y, sobre todo muy pobres en nutrientes. Su cantidad de vitaminas, minerales y fibra es muy escasa, a no ser que lo enriquezcan de forma artificial (por ejemplo: galletas enriquecidas con vitaminas, lácteos de sabores enriquecidos con calcio, etc.), haciéndonos creer que con su consumo nos estamos nutriendo correctamente.

Aprende a leer las etiquetas los alimentos y a escoger correctamente las comidas. Y si no tienes tiempo de cocinar, por lo menos elige siempre preparaciones con ingredientes reales, comida de verdad, y elaboraciones sencillas. Así, podrás dar a tus células el combustible que de verdad necesitan, nutrientes con cada bocado.

Desde Menudiet, apoyamos el consumo de alimentos sin procesar o mínimamente procesados, por ello, nos comprometemos a garantizar un producto cocinado libre de aditivos químicos, bajo en sal y sin azúcares añadidos. Cocinamos con ingredientes 100% naturales, aceite de oliva virgen extra y alimentos de verdad; además, para su conservación únicamente utilizamos la congelación tras el cocinado.

¡Elige bien qué comer, y cuídate de la forma más sencilla!

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