Entrevista en Vogue: Así descubrí que tenía inflamación crónica

Inflamación crónica: sus efectos en la salud física y emocional

Llevaba tiempo sintiendo que tenía poca energía y mucha dificultad a la hora de concentrarme; mi ánimo no era precisamente el mejor. Me había vuelto pesimista e irritable y mis digestiones se estaban volviendo pesadas. Parecía simplemente una mala racha, un cúmulo de pequeñas molestias que, en apariencia, poco tenían que ver entre sí, y que le atribuía a mi propia incapacidad para gestionar ciertas emociones. Sin embargo, mis problemas digestivos me hicieron acudir a una nutricionista que le puso nombre a lo que me estaba pasando. “Inflamación crónica o de bajo grado”, me dijo una vez hablamos de mis hábitos, mi estilo de vida y mis síntomas (y que corroboró con mi analítica). No terminaba de comprender qué querían decir estas palabras, ni en qué zona de mi cuerpo había inflamación y cómo podía estar afectando a áreas tan dispares de mi salud.

Entradas relacionadas

Descubre cómo el metabolismo energético influye en la fertilidad y aprende estrategias nutricionales y de estilo de vida para mejorar tu salud reproductiva....

Tu ciclo menstrual es un reflejo de lo maravillosa y compleja que es tu biología. A lo largo del mes, tu cuerpo experimenta cambios que afectan cómo te...

¡Hola!! Hace mucho tiempo que no escribo por aquí. Estos meses he estado volcada de lleno en mis consultas, en dar formaciones y en comenzar un nuevo proyecto...